Hay veces en la vida que creemos que el cambio viene de nosotros mismos, pero la realidad es que el cambio no espera, tenemos que adaptarnos, transformarnos, reinventarnos, ser diferentes para estar en calma en nuestro entorno, porque el cambio nos alcanza, debemos de volverlo nuestro compañero de vida y eso nos hará fluir, asi como ser embajadores de un mundo diferente.

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Soy instructor, consultor y coach enfocado a los recursos humanos, al igual que esposa y madre de dos pequeños. Ambas tareas me retan a diario en cambiar mi forma de hablar, actuar, reaccionar, etc., y es una constante en mi vida, todos de alguna manera estamos cambiando o modificándonos, y muchas veces no llegará el momento ideal para planear de manera minuciosa, el cambio simplemente llega sin avisar. ¿Qué tan preparados estamos para esos momentos?

 

El mayor ejemplo fue la pandemia, tanto en las organizaciones como en nuestras vidas,  nos vimos forzados a modificar nuestra forma de trabajar, procesos y políticas, romper paradigmas como el que no se puede trabajar desde casa, tengo que ver con mis propios ojos a mi colaborador para que sea productivo, nos vimos retados en nuestra comunicación utilizando todos los medios posibles para dialogar e informar, logramos tener reuniones productivas sin estar físicamente,  entre mil cosas más, mi interrogante a las adaptaciones fueron: ¿fue por gusto o por necesidad? El cambio no espera, debemos de ser más abiertos a transformarnos a las necesidades de nuestros colaboradores, del entorno, de la vida y esto nos permitirá no solo hacer cambio, sino ser cambio desde lo profundo de nuestro interior.

 

Me encanta ser parte del cambio que la vida nos presentó, alcanzando de la manera más creativa e innovadora, logrando impactar todo lo que nos rodea, eso es a lo que llamo somos cambio, no nos limitamos a un reto o meta en específico, lo logramos a través de una capacidad natural, renovarse o morir.

 

Seguramente tienes muchas experiencias, anécdotas e historias de esta temporada que sacudió al mundo entero, pero estoy segura de que como yo sigues cambiando para lograr la victoria y reinvención de ti mismo.

 

 

Marilaura Castillo Pedrosa – México

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